Nuestras vidas tal y como están configuradas están llenas de “personajuchos" políticos que influencian directamente a la sociedad y por lo tanto, al mundo en el que vivimos. El líder sindical de mi barrio, Los Chikos del Maiz, mi amigo Chuan y mi profesor de Economía ¿Qué tienen en común todos ellos? Es difícil de relacionar, pero todos, según lo que creo, quieren transformar el mundo. Me servirán para ejemplificar los miles de experiencias que podemos tener para poder cambiar el mundo.
Algunos, como mi profesor de Economía, creen difícil intervenir en la lucha social debido a su edad o ya haber luchado lo suficiente. En todo caso, encuentran su manera de aportar su granito de arena, no se conforman con la conformidad y deciden enseñar a todas las futuras vidas sobre lo vivido. Mi profesor de Economía, obtuvo un puesto de trabajo en el que es feliz, aunque fuese necesario renunciar a unas oportunidades mejor remuneradas. Lección 1: Ni todo el oro del mundo puede con tus ganas de vivir, pueden más los sueños que los mercados.
Otros como Los Chikos del Maiz, encontraron en la música el medio para levantar su voz de protesta y rebeldía. Han transmitido su mensaje a sus oyentes y dejado por siempre una huella imborrable, referentes de varias generaciones. Además, la música revolucionaria les sirvió a ellos como a tantos otros, aparte de la aportación colectiva, como un pilar fundamental de su vida y en el mejor de los casos como un trabajo lo menos alienante posible. Lección 2: La vida en su mayoría empieza al acabar el trabajo, poder convertir aquello que amas en lo que te dé de comer es lo más revolucionario posible.
La historia de Chuan quizá es la más sencilla, pero ni de lejos la menos interesante, un chaval de Santa Isabel que aislado de “la gran ciudad” siempre observó la injusticia y precariedad social. No obstante, hizo un gran esfuerzo y decidió dar el salto, de un plumazo descubrió sitios donde no había estado en su vida, nuevos amigos y camaradas, … y todo por la lucha social. Lección 3: Compartes más con un camarada, por lejos que este, que con cualquier persona: compartes una manera de ver la vida y sentirla.
Otro gran ejemplo es el líder sindical de mi barrio. Se graduó en Historia y Geografía, pero no paró de documentarse en todas las ciencias sociales y humanidades desde que se dio cuenta que tenía mucho que decir sobre el mundo en el que vivimos. No tuvo miedo a probar hasta que encontró su lugar y en el camino cometió errores y aciertos, estos no son otra cosa que lo que nos definen en el presente. Él confía en que sus ideas y propuestas se irán haciendo escuchar, él no quiere ser presidente, él no quiere ser rico, él quiere mejorar su barrio. Lección 4: No hay otra manera de aprender que descubrir, sin conocer jamás podrás lograr nada.
Muchos hablan de que la dualidad Burguesía-Proletariado nunca ha existido o en la actualidad no. Los grandes pensadores de la lucha de clases, siempre quisieron aclarar que cuando se hablaba de clase obrera o proletariado se incluía por supuesto al proletariado industrial en sí, que en el momento sufrían las mayores contradicciones capitalistas, pero también a intelectuales, campesinos, estudiantes, mineros o mujeres que se negaban a reducir su tarea revolucionaria a las tareas del hogar. Ahora más que nunca y tras los ejemplos dados en este artículo, esta tesis está vigente, la clase trabajadora se encuentra en numerosos perfiles: estudiantes, funcionarios, sindicalistas, obreros, agricultores, "riders", taxistas e incluso pequeños autónomos. Quizá ya no hay grandes humaredas en las ciudades y no vamos desnudos al colegio, pero es la misma historia de siempre: los privilegiados contra el pueblo. Diría que todo está perdido y que el pueblo está dormido, pero día a día veo en cantantes, activistas, militantes, estudiantes, profesores, escritores, periodistas, influencers y trabajadores, una nueva esperanza.
Quizá no tenemos un partido de referencia, ni una mayoría social, ni dinero, ni tanto tiempo como los que se enriquecen y además muchos no tienen tantas ganas como antes. Pero solo hay que observar con atención la realidad que tenemos a la vuelta de la esquina, querido lector. Puedo ver que tenemos cultura, ilusión, tierra, trabajo, arte, comunidad, esperanza, solidaridad, unión, tolerancia, ganas de justicia y hemos de utilizar todo esto para construir una alternativa. No siempre hemos estado unidos y eso es evidente, pero algún día, solo algún día, todos aquellos que luchen por la alternativa popular se unirán por un nuevo mundo. Pero esto solo se logrará eliminando los “me da pereza”, “en verano tendré más tiempo”, las excusas y el egocentrismo de las organizaciones que "quieren romper con el régimen". Estas, cuando funcionen como mecanismos colectivos y comunes de emancipación humana, y no como empresas, estarán listas para unirse por el bien común de los trabajadores.
Querido lector, yo sueño con un país que está al alcance: una patria libre, soberana, socialista, popular, diversa y solidaria. Escribiría más, pero deseo que te quedes con más ganas de vivir.
Está en tus manos tomar las riendas de tu vida, hazlo.
Está en tus manos la revolución, lucha por ella.
Está en tus manos salir de la rutina, descubre.
Está en tus manos tener un ocio digno colectivo, sin drogas y botellones, disfruta de la juventud.
Está en tus manos conocer una nueva vida, adelante.
Esto no se trata de unas siglas, sino de nuestras vidas.
Si volviese a vivir mi vida, cada una de mis experiencias y sentimientos, disfrutaría para siempre de un eterno retorno. Contento de haber decidido vivir mi vida, una vida política.